Ruahermosa 1 – 6 Las Cárcobas Clima Norte
Ruahermosa: Bruno, Jaime, Miguel y David G.G.
Las Cárcobas Clima Norte: Jose, Sevilla, Tono y Álvaro
Nunca un marcador pudo describir tan mal lo que fue un
partido. El 1-6 que reflejó el marcador final fue un auténtico castigo para el
equipo de Ruahermosa, ya que ambos equipos jugaron un auténtico partidazo, de
tú a tú, no entregándose Ruahermosa en ningún momento de las más de tres horas
que duro el partido, circunstancia producida por los CUATRO CHICOS EMPATADOS
que se produjeron, circunstancia inédita para todos los jugadores presentes en
la bolera y posiblemente en la Historia del Pasabolo.
El viento en contra predominó casi todo el partido, si
bien el estado de la bolera, la campa y la climatología presentaban unas
condiciones ideales para jugar al Pasabolo.
Comenzó el partido con un buen chico de 1.460 para
Ruahermosa. Le quedaron a álvaro 370 para matarlo pero sólo consiguió dos bolas
de 180 con lo que se produjo el primer empate. Volvía Ruahermosa al tablón y
subía su jugada a unos muy buenos 1.500 bolos. Las Cárcobas también se iba
entonando y alcanzó de nuevo el empate, esta vez con 390 de Álvaro. Ya se
intuía que las fuerzas no podían estar más igualadas y el partido iba a ser muy
largo. Al tercer intento Ruahermosa cometía su primer fallo, quedando su jugada
en 1400, que aprovechaba Las Cárcobas para anotarse el primer chico con 1.490
(0-1).
Esa misma jugada (1.490) consiguió Las Cárcobas tirando a
poner en el segundo chico, que acta en mano era ya el cuarto. Y de nuevo se
produce el empate (el tercero) cuando David Gómez consigue los 390 necesarios
para ello. Vuelve Las Cárcobas al tire y con menos viento y fortuna en la caida
de los bolos alcanza la mayor jugada del partido, 1.580, contra la que
Ruahermosa nada puede hacer (0-2). A esas alturas el partido superaba ya una
hora y media de duración y el marcador apenas se había movido.
Tiraba a poner Ruahermosa y realizaba una jugada
asequible de 1.420. Ahí se dio el primer fallo serio por nuestra parte que nos
costó el chico (1-2). La partida de nuevo se igualaba, máxime cuando por otro
fallo grave, nuestro siguiente chico se quedaba en 1.401. Estos dos chicos
consecutivos hicieron bueno el dicho “los pequeños se hacen grandes” y
Ruahermosa, con varios fallos, no fue capaz de matar este chico lo cual fue
clave en el partido (1-3).
Ello no quiere decir que Ruahermosa “tirara la toalla”,
ni mucho menos. Su siguiente jugada, 1.440, cuando arreciaba el viento en
contra, no dejaba margen al fallo. Un muy buen chico de Las Cárcobas lograba
empatar la jugada de Ruahermosa. Era el cuarto empate, algo inédito para todos
los presentes. El partido se hacía eterno: dos horas y cuarto de juego y el
marcador seguía reflejando el 1-3. Para mayor consternación, Ruahermosa ponía
en bandeja un nuevo empate repitiendo jugada de 1.440 bolos. Bravo partido de
los rasiniegos. Ocho bolas extraordinarias del equipo laredano, quizás con
menos viento que en chicos anteriores, alzaron la jugada hasta 1.520 para
colocar el 1-4 que parecía encarrilar la partida definitivamente.
No fue del todo buena nuestra jugada en el sexto chico,
que en realidad era ya el décimo y en cansancio se acumulaba cuando nos
acercábamos a las tres horas de partido. Los 1.420 se antojaban asequibles para
Ruahermosa cuando el viento en contra además iba calmando. Ruahermosa no acertó
y con varios fallos fue complicándose el chico hasta perderlo (1-5).
Pero de nuevo Ruahermosa no “entregaba la cuchara” y
ponía un gran chico de 1.490 al que Las Cárcobas respondió con otra gran jugada
de 1.510 para cerrar un auténtico partidazo que de alguna manera nos redime de
la final de Copa perdida contra este bravo equipo apenas ocho días antes.
Álvaro.